7 RAZONES POR LAS QUE TU HIJO DEBERÍA APRENDER ROBÓTICA EN EL COLEGIO

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EZ Robot

En casa siempre hemos sido muy autodidactas. Todo aquello que nos gustaba y nos llamaba la atención, lo probábamos y experimentábamos. Hacer más y decir menos nos ha traído muchas ventajas. De hecho solemos decir que en nuestra casa «somos más de hacer». Muchas investigaciones han demostrado que, a largo plazo, solemos recordar un 80% de todo aquello que hacemos con nuestras propias manos o experimentamos en primera persona, frente a sólo un 20% de todo lo que oímos o un 40% de lo que vemos. Por esta se dice que la mejor manera de aprender y recordar todo aquello que has aprendido es haciendo. Y la robótica entra dentro de estos parámetros.

Escuelas de todo el mundo, incluido España están introduciendo la robótica en sus planes; profesores y educadores confían cada vez más en ella como una de las herramientas educativas más potentes de este principio de siglo. Hay muchas razones del por qué una escuela debería empezar a dar robótica en sus clases, pero he intentado resumirlas en 5.

1. La robótica es divertida.

Los robots ilusionan. A los niños les encantan. Y una de las premisas de la educación de hoy en día es que los niños disfruten aprendiendo. Construir y crear con sus propias manos un robot es algo que prácticamente ningún niño o adolescente puede rechazar. Una clase de robótica bien dada es de lo más entretenido. Potencia su ilusión por hacer y sus ganas de aprender.

2. La robótica es un cruce de disciplinas.

Al mismo tiempo y mientras construyen un robot, los niños aprenden nociones básicas de programación y electrónica, hacen matemáticas y descubren principios relacionados con la física y la ciencia en general. De hecho la educación a través de la robótica responde al llamado método STEM (Science, Technology, Engineering, Mathmatics) mediante el cual se intentan resolver problemas a través de la construcción y el diseño de objetos reales, es decir, mediante la práctica, la creación y la experimentación.

3. Se potencia la creatividad a través de la resolución de problemas.

Un problema puede llegar a tener infinitas soluciones o ser resuelto de infinidad de maneras. Una de las cosas que potencia la robótica es esa búsqueda. El pensamiento creativo se dispara porque el niño inicia una búsqueda constante de soluciones para que el robot pueda llegar a cumplir una serie de objetivos concretos.

4. Fomenta el trabajo en equipo y la comunicación.

No es muy normal que un robot de los que pueden verse hoy en día en ámbitos profesionales haya sido construido por una sola persona. La construcción de un robot no es algo individual sino que requiere de la coordinación de un equipo de personas con diferentes aptitudes. Cada uno de ellos pone su granito de arena en el diseño y la construcción, lo que hace necesario una coordinación perfecta. Y para ello, la comunicación es indispensable. Opinar y saber escuchar a los demás es la clave para resolver los problemas en equipo.

5. Mejora la autonomía y ayuda en la toma de decisiones.

Al mismo tiempo que se potencia el trabajo en equipo los niños y adolescentes, a nivel personal, adquieren más seguridad en sí mismos.  Resolver problemas mientras crean, experimentando con el error y aprendiendo de él, sube su autoestima y potencia la confianza en ellos mismos. Y todo eso repercute de manera directa en su nivel de autonomía.

6. Desmitifica el uso de una tecnología percibida como compleja e inaccesible.

Sensores, motores, memorias, cables… A simple vista, la construcción de un robot puede parecer algo camplejo y sólo accesible a unas pocas personas con un increíble talento. Nada más lejos de la realidad. Y un niño rompe esas barreras en la primera toma de contacto. Entender los principios básicos del funcionamiento de un robot permite desmitificar toda la complejidad que parecen tener. De repente, se convierte en una tecnología más que les ayuda en su educación y les motiva a ser creativos.

7. Genera las aptitudes necesarias que demandarán muchos empleos en el futuro.

No hay duda de que cada vez se demandan más personas con conocimientos en programación, ingeniería, electrónica o ciencia. Todo se programa. Desde un juego, hasta un semáforo pasando por el robot que limpia el suelo de casa cuando no estás. Y esto irá a más en el futuro. La industria de los drones, por ejemplo, no para de crecer y la robótica ocupará cada día más espacio en procesos de producción y en nuestras vidas. Y eso demandará personas preparadas. Empezar de pequeños a prgramar y a crear robots puede ser la chispa de algo y despertar en muchos de ello una aptitud que pueda resultarles una salida de futuro apasionante.

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